La agricultura ha sido una de las actividades más importantes de la humanidad desde tiempos inmemoriales. A lo largo de la historia, ha habido muchos cambios en la forma en que se cultiva la tierra y se producen los alimentos. En este artículo, nos centraremos en los cambios más recientes en la agricultura, especialmente en lo que respecta al cultivo de tomates.
La historia del tomate
El tomate es un cultivo que ha sido domesticado por el ser humano. A lo largo de la historia, los agricultores y mejoradores han trabajado arduamente para crear las variedades actuales, que son fruto de una larga y compleja historia que abarca numerosas culturas y tradiciones agrícolas. La domesticación del tomate probablemente comenzó en la región que abarca el norte de Perú y el sur de Ecuador, en la franja comprendida entre la falda de los Andes y la selva amazónica, donde se encuentra en la actualidad la mayor diversidad genética y agronómica de tomates cultivados del mundo.
La diversidad genética es esencial para el futuro de la humanidad, ya que de ella depende la creación de las variedades que nos permitirán afrontar los retos a los que nos enfrentemos tanto hoy como mañana. Actualmente, las técnicas modernas de ingeniería genética nos permiten recrear la domesticación en unos pocos años y de un modo controlado, lo que antes requería miles de años.
La agricultura en el siglo XIV
En el siglo XIV, la agricultura era una actividad muy importante en Europa. La mayoría de la gente vivía en el campo y dependía de la agricultura para su subsistencia. Los agricultores cultivaban principalmente cereales, como trigo y cebada, y también criaban animales para obtener carne, leche y lana.
Sin embargo, la agricultura en el siglo XIV era muy diferente de la agricultura moderna. Los agricultores no tenían acceso a la tecnología moderna, como tractores y maquinaria agrícola, y dependían en gran medida de la mano de obra humana y animal. Además, los métodos de cultivo eran muy rudimentarios y no se utilizaban fertilizantes ni pesticidas.
Los cambios en la agricultura en el siglo XII
En el siglo XII, se produjeron importantes cambios en la agricultura en Europa. Uno de los cambios más importantes fue la introducción del arado de hierro, que permitió a los agricultores arar la tierra de forma más eficiente y rápida. También se introdujeron nuevos cultivos, como la alfalfa y el trébol, que ayudaron a mejorar la fertilidad del suelo.
Otro cambio importante fue la introducción de la rotación de cultivos, que permitió a los agricultores cultivar diferentes cultivos en el mismo campo en diferentes años. Esto ayudó a mejorar la fertilidad del suelo y redujo la dependencia de un solo cultivo.
Los cambios en la agricultura de Inglaterra
En Inglaterra, se produjeron importantes cambios en la agricultura en el siglo XVIII. Uno de los cambios más importantes fue la introducción de la siembra directa, que permitió a los agricultores sembrar las semillas directamente en el suelo sin tener que arar la tierra previamente. Esto ayudó a reducir el tiempo y el costo de la siembra.
También se introdujeron nuevos cultivos, como la patata y el maíz, que ayudaron a mejorar la dieta de la población y redujeron la dependencia de los cereales. Además, se introdujeron nuevas técnicas de cultivo, como la selección de semillas y la rotación de cultivos, que ayudaron a mejorar la productividad y la fertilidad del suelo.
Los cambios en la agricultura en el feudalismo
Durante el feudalismo, la agricultura era una actividad muy importante y la mayoría de la gente vivía en el campo y dependía de la agricultura para su subsistencia. Los agricultores cultivaban principalmente cereales, como trigo y cebada, y también criaban animales para obtener carne, leche y lana.
Sin embargo, la agricultura en el feudalismo era muy diferente de la agricultura moderna. Los agricultores no tenían acceso a la tecnología moderna, como tractores y maquinaria agrícola, y dependían en gran medida de la mano de obra humana y animal. Además, los métodos de cultivo eran muy rudimentarios y no se utilizaban fertilizantes ni pesticidas.
La revolución de los tomates
En la actualidad, la agricultura ha experimentado una revolución gracias a la tecnología moderna y las nuevas técnicas de cultivo. En el caso del cultivo de tomates, se han producido importantes avances en la mejora genética de las variedades, la utilización de técnicas de riego más eficientes y la reducción del uso de pesticidas y fertilizantes.
Además, se están desarrollando nuevas técnicas de cultivo, como la agricultura sostenible, que busca reducir el impacto ambiental de la agricultura y mejorar la calidad de los alimentos. La agricultura sostenible se basa en la reducción de agroquímicos, el ahorro de agua y energía y la protección de la biodiversidad, buscando una alianza con la naturaleza.
En la vega del Guadiana, en Extremadura, se está desarrollando uno de los mejores ejemplos de agricultura sostenible en el cultivo del tomate. Los agricultores han adoptado prácticas sostenibles, como la reducción de agroquímicos, el ahorro de agua y energía y la protección de la biodiversidad, y han conseguido reducir sus costes de producción en casi una cuarta parte mientras sus cosechas pueden llegar a aumentar hasta un 30%.