El tomate es una hortaliza que puede ser consumida de diversas formas, ya sea natural, frito, en ensalada, como salsa o exprimido en zumo, y siempre aportará importantes beneficios nutricionales. Según un estudio científico reciente, el consumo habitual de tomate puede prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, ya que es la mayor fuente de licopeno, un antioxidante de la familia de los carotenoides que presenta mayor biodisponibilidad tras su cocción y procesamiento. Además, el tomate mejora las funciones antitrombóticas y antiinflamatorias, reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer, enfermedad cardiovascular y osteoporosis, protege contra los daños en la piel por luz ultravioleta y defiende ante la disfunción o deterioro cognitivo.
¿Cómo se absorbe mejor el licopeno?
La absorción de los carotenoides presentes en la dieta depende de la presencia de aceite y fibra dietética. Por lo tanto, para absorber mejor el licopeno presente en el tomate, se recomienda consumirlo junto con una fuente de grasa saludable, como aceite de oliva o aguacate, y con alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras. Además, la cocción y el procesamiento del tomate aumentan la biodisponibilidad del licopeno, por lo que es recomendable consumirlo en forma de salsa o puré.
¿Qué evita el licopeno?
El licopeno, presente en el tomate, tiene la capacidad de «capturar» radicales libres, lo que previene enfermedades crónicas como cáncer, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Además, el licopeno inhibe la progresión de la hiperplasia benigna de próstata a cáncer y reduce los niveles de marcadores como el PSA. Por lo tanto, el consumo regular de tomate y sus productos derivados puede ayudar a prevenir estas enfermedades.
¿Qué cantidad de licopeno se debe tomar?
Los nutricionistas recomiendan consumir entre 3 y 7 miligramos de licopeno al día, lo que equivaldría a siete comidas semanales ricas en productos derivados del tomate. Una porción de 100 gramos de tomate fresco contiene aproximadamente 3 miligramos de licopeno, mientras que una porción de salsa de tomate contiene alrededor de 20 miligramos de licopeno. Por lo tanto, es recomendable incluir el tomate en la dieta de forma regular para obtener los beneficios del licopeno.
¿Qué enfermedades se pueden prevenir con el tomate?
El consumo habitual de tomate y sus productos derivados puede prevenir diversas enfermedades crónicas, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y la disfunción cognitiva. El licopeno presente en el tomate tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen contra el daño celular y la inflamación, que son factores de riesgo para estas enfermedades. Además, el tomate es una buena fuente de vitaminas, minerales y fibra, lo que lo convierte en un alimento saludable y nutritivo.
Nuestro consejo
Incluir el tomate en la dieta de forma regular puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas y mejorar la salud en general. Se recomienda consumirlo junto con una fuente de grasa saludable y alimentos ricos en fibra para mejorar la absorción del licopeno. Además, es importante conservarlo adecuadamente y lavarlo cuidadosamente antes de consumirlo. Anímate a incluir el tomate en tus comidas y difunde sus beneficios entre tus amigos y familiares. ¡Tu salud te lo agradecerá!